Mezcla más que explosiva de discos
Rafa Pastor lidera el proyecto de To Brave My Soul, quien recientemente ha publicado su segundo EP bajo el titulo de ¨Reflected¨. Cinco canciones donde el artista madrileño bucea a la perfección por sonidos que van desde los más ochenteno hasta riffs de guitarra que nos trasladan a un sonido más beatlemaniaco. Pues bien, en esta nueva entrega de La Música que nos Marcó, Rafa Pastor nos trae tres discos que le han marcado a la hora de hacer su música. Damas y caballeros, conozcamos un poco más en profundidad a To Brave My Soul.
- David Bowie: The rise and fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars
Uno de los discos que más me han inspirado, ópera rock burlona, excelsa y transgresora que significó el gran éxito internacional de un David Bowie que venía ya desde hace años persiguiendo el cetro de indiscutible estrella del rock.
Los temas son increíbles y aunque se trate de un disco conceptual no puedo dejar pasar la diferencia latente entre unos cortes y otros. Estamos ante una fiesta glam mezclada con el siempre confuso estilo “Protopunk” que le otorga una fuerza especial.
He de confesar que “Moonage daydream” es para mí mucho más que una canción, que “Starman” me pone los pelos de punta y el track que da título al álbum es sensacional.
No podría terminar esta reseña sin mencionar que Mick Ronson es el guitarrista más infravalorado del rock. Un grande de las seis cuerdas tanto en la creación de riffs como en sus magníficos solos. Un héroe en favor de la canción cuyos arreglos hicieron estrellas a otros mientras el daba un paso a un lado.
La sociedad Bowie/Ronson, un tándem de lujo elevado a la máxima expresión.
- The Cure: Disintegration
La angustia transformada en arte elevado, un álbum de estilo preciosista y desesperanzador, una banda en el zenit de su carrera. Esto y mucho más es Disintegration, un álbum que tuve la indecencia de adquirir ya en la madurez pero que me había acompañado durante años y que mejor lugar para ejercer el derecho a compra que el mercado de Candem en la evocadora y mágica ciudad de Londres. Este gran trabajo supuso para mí un punto de inflexión a la hora de llevar a cabo la grabación de mis propias canciones.
Con una producción digna de estudio y una textura casi irrepetible sería injusto resaltar una sola de las piezas que lo componen por encima de las demás. Disintegration supone para mí un todo, un viaje hacía un mundo oscuro y mágico con la melancolía y el amor como nexo entre unas canciones que parecen sacadas de otra dimensión.
¡Robert Smith es lo más!
- Nirvana: Nevermind
Sensibilidad, furia y tristeza. La generación X apretaba los dientes y devolvía el golpe a una sociedad que minimizaba a la juventud. Una contienda cuya banda sonora llevaba por título “Nevermind”.
La sencillez convertida en virtud a base de unos versos melódicos y contenidos que se rompen en un estallido de rabia que lo hace saltar todo por los aires. Un disco que trasciende a su propio género y disciplina, la libertad musical que desafiaba la excelencia e hipocresía con la que la MTV dominaba el mundo.
Una revolución irrepetible que vivió rápido y murió joven pero que nació para ser denostada, recordada y amada. El fin a un ciclo en la cultura pop que marcaría una década y pasaría la historia.
El paso de la niñez a la juventud. Sin duda, el álbum de mi vida.