Unas influencias que os encantaran.
Descubrimos hace poco el nuevo disco de Medusa Box, ahora toca descubrir que discos les han hecho llegar a ese sonido tan característico de la banda. Adriá Bravo (sintes), nos cuenta cuales han sido los discos que le han marcado a la hora de hacer su música.
- Fresh Air – Homeshake
La sensación es flote constante. Es un disco de temas poperos… melódico, con estructuras A, B, C, con sonidos extremadamente cuidados, pero siempre con el toque “home studio”. Ritmos tranquilos y melodías muy molancólicas, pero nada de metafísico. Es tangible y duele. Me pilló muy fuerte en su momento, cuando me metí más de lleno en los sintes y drum machines.
Entré en Homeshake con el tema “Give It to Me”, de su disco anterior, que es el tema más sensual que he escuchado. Me engaché a este artista con Fresh Air y cada cierto tiempo vuelvo a él. Podría ser el disco que más he escuchado (más que el Death Magnetic). Probablemente sea el narcotismo que desprendenden sus melodías y el ritmo lento pero bailable, que te atrapan como cualquier droga (legal, ilegal opsicológica)
- Cheetah EP – Aphex Twin
Nunca en mi vida había escuchado algo tan extremadamente loco. Y mira que no es ni de lejos lo más extremo del señor Richard, pero fue mi introducción a la electrónica. El disco se basa conceptualmente en un sintetizador llamado “Cheetah” y se supone que es uno de los más difíciles de programar, y probablemente de los que peor se vendiera en su día. Pues lord Aphex, usó de lleno este sinte para elEP.
He dudado mucho en qué disco poner de Aphex Twin. Su música ha hecho que la mía no se pueda separar de dos conceptos: RARO y DETALLES. Me tocó con sus sintes fríos, su ácido corrosivo y sus cajas de ritmos reprogramadísimas. Me marcó para siempre, además de provocarme unas ganas de bailar muy raras.
- Beethoven: piano sonatas op.27 no.1, “Claro de luna” , “Tempestad” y “Waldstein” – Maurizio Pollini (Deutsche Grammophon)
Situación: época de conservatorio en la que escuchaba casi solamente música para piano. Lo compré, obviamente, por la sonata “Claro de Luna”, que debe ser de lo más mainstream en el mundo de la clásica. Las demás sonatas me alucinaron y entré de lleno a escuchar Beethoven. No puedo decir que el disco haya moldeado mi forma de tocar o pensar la música por su contenido… más bien, este disco fue un punto de inflexión que me ayudó a querer dedicarme al piano, y estudiar horas y horas, años y años.
Hubo un tiempo en el que escuchaba solamente clásica y metal, y las comparaba de igual a igual. Decía “Beethoven y Metallica no están tan lejos” hahaha Afortunadamente al empezar la carrera de piano conocí a Jordi (Bosch), quien me introdució, juntamente con los otros medusos, a Artic Monkeys, etc, etc, etc, y eso amplió mis horizontes.
PD: No es casualidad que en mi concierto de final de carrera (sí, de piano clásico) tocara la op.27 no.1, la primera sonata de este disco.