¿Quien no querría tener a Mastodonte como vecinos?
‘Bienvenidos a mi casa’ comenzó como un juego. Un guiño entre amigos, un experimento, una broma para Enrico Barbaro y Asier Etxeandia. La Casa Mastodonte es un lugar mental, pero también físico. Una casa en la sierra de Madrid, en la que a lo largo de tres meses, el álbum de Mastodonte se fue gestando musical y creativamente. Había tanta afluencia de amigos y familiares que querían vivir ese proceso, que hubo días en los que aquel lugar, aquel Parnaso particular, era una fiesta creativa interminable.
Esta canción quedó descartada del álbum y de su concepto artístico, hasta que se estrenó en las Sesiones Vermut de Mastodonte el 7 de marzo del 2020, el último directo de esos que conocíamos antes de la pandemia, siete días antes del encierro en nuestras casas y pareciera que nunca más la iban a poder compartir. Fue catártica en directo. El público enloqueció e incluso invadieron el escenario bailando.
Pero que nadie se ponga triste ya que Mastodonte vuelve a los escenario con su show. Unos conciertos que van más allá de la propia música y que se transforman en una experiencia sensorial. Un viaje emocional para celebrar la vida a través de la música que podremos disfrutar los próximos 11 de julio en Madrid, dentro del ciclo Abre Madrid que se celebrará en IFEMA. El 24 de julio el show de Mastodonte se dirigirá hacia el Singular Fest de Sevilla que se celebrar en la Plaza de España de la capital hispalense.
Era evidente la importancia que tuvo para Enrico y Asier todo aquel que pasó por esa casa. Gracias a todos esos amigos, la banda pudo volar más alto en la creación del álbum, el show y los videoclips. La diversión que produjo tocarla en directo la convirtió automáticamente en imprescindible.
Tras el confinamiento nada rima más que ‘Bienvenidos a mi casa’, un tema surrealista que invita a bailar y a recuperar la confianza en uno mismo y en los demás. Un híbrido extraño entre el funk, el soul, la electrónica, el son cubano y el reguetón que celebra la vida, el humor y la exaltación de la amistad.
Una declaración de amor a la comunidad y a la fiesta, basada en hechos reales, que describe el verdadero espíritu de la Casa Mastodonte.