Summer of Soul, el Woodstock negro

1969, el año del despertar

summer

Musicalmente hablando cuando se nos menciona el año 1969 rápidamente tendemos a llevar nuestros ojos a Woodstock, aquel festival de proporciones épicas en la que una gran parte de los más grandes grupos de la historia tocaron, pero si nos dicen que a unos kilómetros de allí en pleno centro de la ciudad de Nueva York se celebro un festival que no tiene nada que envidiar a Woodstock. Es más, fue tal el impacto que tuvo en la ciudad que se le llamo el Woodstock Negro ya que se celebro en pleno Harlem.

Summer of Soul nos presenta mediante un documental las razones que llevaron a que se tuviera que realizar el Harlem Cultural Festival. Nos ponemos en perspectiva y estamos ante la época más controvertida de la reciente historia de los Estados Unidos. Líderes de los derechos civiles asesinados, presidentes tiroteados y mucha, mucha represión hacia el pueblo negro. Todo eso dio un vuelco cuando se anuncio que a finales de junio de ese año se celebraría el festival.

Cinco conciertos celebrados en otros tantos domingos entre el 29 de junio y el 17 de agosto, con el estrambote del concurso de Miss Harlem el 24 de agosto. El cartel oficial, que no refleja todos los artistas que finalmente desfilaron por el escenario del Mount Morris Park, revela que hubo jornadas donde dominó el jazz, el góspel o la música latina. 

Durante las casi dos horas que dura el festival nos iremos metiendo en como la comunidad afroamericana tomo de una manera definitiva del lugar que querían tener en la sociedad. Un cambio en la sociedad que se conserva hasta el día de hoy. Aquel que suscribe estas palabras ha tenido la suerte de poder pasear por esas mismas calles, llegar hasta el mítico Teatro Apolo de Harlem y estar muy cerquita del parque Mount Morris, pudiendo sentir lo orgullosa que se siente la comunidad de lo que paso en aquellos meses.

Una verdadera obra bien engrasada en la que la organización estuvo a la altura y fue capaz de cuadrar a artistas de la talla de B.B.King, Stevie Wonder o Sly And The Family Stone, que luego fueron a Woodstock, o a Nina Simone en cuyo discurso prácticamente pedida a la población de Harlem que se sublevara.

Cincuenta años después las cintas grabadas de aquel festival ven la luz de la mano de Ahmir Thompson, más conocido como Questlove, nos refuerza la idea de que a mediados de los años 60 la fuerza del soul era algo imparable.

En definitiva, un documental para disfrutar, para sentir como la fuerza de la gente puede mover montañas y sobre todo ver de nuevo, que la música es el medio catalizador para poder con todo.

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