Madrid, cae rendida ante una artista impresionante.
Cuando te vas acercando a una sala de conciertos y notas mucho bullicio de gente en la puerta significa que algo bonito esta en ciernes. Es una sensación que me ha pasado en varias ocasiones y en esta no iba a ser menos. Ya de por si visitar la sala El Sol de Madrid es siempre especial, pero el visitarla y poder ver el debut sobre su escenario de la madrileña Sara del Valle es algo doblemente motivamente.
El titular del articulo puede sonar muy llamativo, algunos dirán que quizás hasta excesivo, pero los que el domingo pasado pudimos disfrutar de la puesta de largo de ¨Isaac¨en directo sabemos que es algo muy acertado. Y es ¨Isaac¨es el titulo del primer disco de estudio de Sara del Valle.
Y como todo lo que rodea a esta artista esta hecho desde el amor y la emoción, el concierto no podía ser de otra manera. Desde el inicio Sara del Valle nos engancho con la excelsa intro de su tema ¨To Be Loved¨, ya desde ese momento nos dejo claras sus intenciones, ganas de hacérnoslo pasar bien, de disfrutar y sobre todo de que todo fluyera de una manera natural. Y bien que logro todos sus objetivos.
El soul, el funk y el gospel se adueñaron de la sala durante la hora que duro el concierto. Un concierto en el que la emotividad se fue haciendo más y más palpable a medida que iban pasando las canciones. Los acordes de ¨Shape of my Heart¨ de Sting comenzaron a sonar de forma elegante y suave para terminar combinado con su propio tema ¨Mist¨, ambas canciones con dedicatoria a sus padres.
Hubo tiempo para colaboraciones como la que tuvo Sara con ELE en su tema ¨Take me Back¨, donde el poderío de sus voces nos hizo soñar con los grandes duetos de divas norteamericanas.
Todo ello siempre acompañado por un coro de voces increíbles y una banda que estuvo funcionando como una unidad durante todo el concierto. Desde abajo se percibía ese buen rollo entre todos, miradas cómplices, sonrisas y sobre todo mucha calidad.
No lo hemos comentado, pero la vivencia de este concierto era un pack sensorial que iba más allá de la parte musical. Sara del Valle y su equipo lograron recrear en pleno centro de Madrid una tarde perfecta en mitad de un campo de lavanda, con sus olores, sus pájaros con la mayor de las elegancias y del buen gusto.
El concierto termino, pero a día de hoy siguen retumbando sus ecos en mis odios. Es difícil el poder sacarse de la cabeza tanta buena canción, en ¨Isaac¨hay nueve, pero sobre todo es difícil imaginar donde esta el techo de Sara del Valle como siga a este nivel. Gracias Sara del Valle por brindarnos un domingo totalmente inolvidable.