Respiración llega para quedarse.
El proyecto más personal de Jon Oyster tiene apenas unos pocos meses de vida, y hemos tenido la suerte de haberlo visto nacer y crecer en un contexto francamente difícil, con el sector musical contra las cuerdas y sin una previsión real de poder girar en salas. Basilea quiso apostar con todas las consecuencias por enseñar nuevas canciones al mundo, porque la música debe continuar, y por eso publicó durante la pandemia dos sencillos muy jugosos: Voz Interior, y La Chica del Tren.
Ahora al fin ha anunciado que su primer EP, que incluirá esas dos canciones, se llama Respiración y desde el pasado 11 de septiembre esta disponible en todas las plataformas digitales.
No se bailar es de esas canciones que te van enganchando poco a poco, tiene un inicio suave y pausado gracias a ese genial piano. La canción va creciendo y en apenas tres minutos nos deja totalmente en shock por la emoción que traslada la letra y el mensaje. Voz Interior fue el primer single que nos presento Basilea allá por los inicios del verano, una canción que nos deja un curioso dialogo entre Judas y una deidad superior.
La Chica del tren nos llevaba a más de uno a revivir momentos de viajes infinitos en cualquier medio de transporte. Momentos en los que día tras día coincidíamos, o hacíamos por coincidir, con una persona que nos llamaba la atención de una manera u otra. Ese cruce de miradas unido a las ideas que se crean en nuestra mente sobre un amor imposible hacen de este tema una autentica delicia. Aunque para delicia A su compás, el tema que pone fin a este EP, y que es sin duda nuestro favorito.
Con ese potente riff de inicio ya te quedas clavado en el asiento, sin saber que durante cuatro minutos Basilea nos lleva por sonido que le acercan en el inicio a los Sexy Zebras. Una canción que explota y expone a las claras que Jon Oyster y Basilea se mueven a la perfección por diferentes estilos. Un aire canalla se cuela en nuestros oídos mientras poco a poco se apaga el EP.
Respiración se grabó entre el Dept 17 Studio y Groove Factory Studio. Jon Oyster tuvo la suerte de contar con grandes profesionales en todo el proceso, como Victor García en la producción y Alex Carretero en la co-producción y mezcla. Además, fue clave la colaboración concreta de Tony Mateos (Groove Factory Studio) y Juanjo Muñoz (Catmastering).