Ya está disponible E.G.O., el nuevo trabajo de El Verbo Odiado, y sin duda el proyecto más ambicioso de su carrera. Entre guitarras afiladas y paisajes sonoros que se mueven entre lo devastador y lo bello, la banda oscense nos sumerge en un viaje oscuro, visceral y profundamente humano.

En su cuarto álbum de estudio, El Verbo Odiado se atreve a mirar de frente al monstruo interior: el ego. E.G.O. retrata esa batalla interna en la que uno se convierte en su peor enemigo. No hay redención fácil ni calma después de la tormenta. Solo una búsqueda honesta por entender lo que duele.

El disco mantiene el ADN del grupo —rock alternativo con nervio, melancolía y electricidad—, pero da un paso más allá. Cada canción levanta su propio escenario emocional, con guitarras que hieren, bajos densos y una voz que sangra verdad. Las letras de Jorge Pérez, directas y punzantes, se clavan sin pedir permiso.

“El Gran Odio”, tema que da nombre al álbum, reflexiona sobre lo que queda tras el daño autoinfligido, esa extraña adoración de la herida. En “Centro de gravedad”, la banda busca redención dentro del caos, mientras que “Metamorfosis” cuestiona la identidad y el cambio.

Producido por Santi García (Standstill, Viva Belgrado, La Habitación Roja) y grabado en Ultramarinos Costa Brava, E.G.O. consolida el sonido inconfundible de El Verbo Odiado y lo empuja hacia una madurez feroz. Este disco no busca consuelo: busca verdad. Y la encuentra, entre el ruido, la herida y la belleza.