El regreso de una banda más que interesante

Nuevos Mundos traen dos temas que, aunque actúan como polos opuestos, no se repelen. Se acarician, se complementan. Su energía es coherente y por ello la elección no es aleatoria. “Atasco M-30” como cara A es lo peor que puede traer una gran ciudad y se convierte en la rabia que supura el tema. Mientras que la cara B “Biblioteca Nacional” actúa como una atmósfera calmada ofreciendo un resquicio de paz ante la tempestad. La suma de ambas nos recuerda que no debemos bajar la guardia en los tiempos que corren, pero un resquicio de paz siempre hay que permitírselo.
El presente año trae de vuelta a John, Diego, Jaeson y Miguel, de nuevo con Ojo tras los mandos, quien ha estado mano a mano con la banda conformando su primer álbum. Tras la preproducción a finales del año pasado, a principios de éste entraron en los Estudios Brazil y, con la colaboración de Javier Ortiz (cabecilla del estudio), grabaron once temas en directo.
Las letras de los nuevos temas siguen en la universalidad de lo cotidiano: todos sufrimos, todos amamos y desamamos en ciudades cada vez más pobladas, con cada vez menos vegetación, esperando que surja una brizna de hierba entre tanto hormigón.
Esta realidad te quita. Pesa en tus hombros. Genera malestar y ansiedad. No puede evitarse, somos hijos de nuestro tiempo. Pero te da, algo te da. Crear nuevos mundos en ambientes hostiles, como la humilde hierba que se cuela entre el asfalto y da pistas de que hay algo más tras lo que nos muestra el espejo.
En los estertores de la pandemia, cuatro chicos de distintas procedencias (ninguno madrileño, para perpetuar clichés) se juntaron con ganas de emprender un nuevo viaje bajo el nombre de Nuevos Mundos. Guitarras, melodías y ritmos que quieren salirse de las coordenadas del rock y rozar otros páramos desde la psicodelia y el noise al kraut, pero siempre con la canción en el horizonte
