Animales de ciudad disfrutando en su hábitat natural.

Que somos amantes y defensores a muerte del Festival Tomavistas es algo que no podemos negar. Durante los cuatro años que llevamos asistiendo nos han ido conquistando gracias a una propuesta musical diferente a lo que hay actualmente en el panorama musical nacional, pero también gracias a un cuidado por el publico difícil de ver hoy en día. Tomavistas es un festival donde se hace fácil todo, puedes ver los conciertos sin tener que sentir ¨la presión¨de la gente, moverte bien por el recinto sin tener que andar pisando a la gente. Todo esto se transforma en que año tras año el publico que acude al festival se haya fidelizado y que termine viendo al festival como un punto de encuentro para disfrutar de la música y poder estar con su gente.

Por eso, no nos podíamos perder su quinta edición, una edición que llegaba con novedades, como la del tercer escenario y que nos dejo momentos únicos, cargados de la energía y fuerza que solo el Tomavistas sabe transmitir.

Comenzamos nuestro viaje por la quinta edición del Festival Tomavistas llegando al Parque Enrique Tierno Galván de Madrid, ese lugar único donde ocurre la magia del festival para ver a Ángel Stanich en acción. Hacia tiempo que no le veíamos sobre un escenario y la verdad que la espera valió la pena. Su concierto, pues cargado de fuerza, alguna que otra consigna política y sus nuevos temas, esos que tanto nos gustan y que en directo aún ganan más.

A renglón seguido nos acercamos a vivir el nuevo escenario del festival, con una ubicación única, justamente en frente del escenario principal, pudimos ser golpeados por la potencia que desprende el directo de Los Estanques. Una puesta en escena sin grandes alardes pero con una contundencia que no se puede discutir. Nos encantaron por esa fusión de ritmos que nos trasladaron a los años 60 y 70. 

En estos momentos ya nos dimos cuenta de que la afluencia de gente era bastante más alta que en años anteriores para ser viernes. Veías como la gente iba entrando, consumiendo las primeras bebidas y se iban acercando a los escenarios para seguir disfrutando con sus artistas favoritos. Eso justamente hicimos nosotros, cuando nos fuimos al escenario Dr. Martens para disfrutar de Cala Vento. Les teníamos muchas ganas a estos dos jóvenes y a su disco ¨Balanceo¨y la verdad que no nos defraudaron. Concierto con mucha clase y pegada el que ofrecieron ante ya un publico muy amplio. Su crecimiento es imparable y lo demuestra el número de gente que arrastran a cada concierto que dan.

Antes nos habíamos reencontrado con Triángulo de Amor Bizarro en el escenario principal. Lo suyo sigue siendo puro arte sobre el escenario. Nada más que añadir su señoría, salvo que tenemos unas ganas locas de escuchar ya su nuevo disco y de volver a verles sobre un escenario.

Con la noche cayendo sobre nosotros, comenzamos a sentir los placeres de estar en pleno parque y con los primeros frescos de la noche nos dirigimos a la zona de restauración para reponer algo de fuerzas. Nos pudimos sentar tranquilamente para cenar y disfrutar de la puesta en escena de Cigarettes After Sex. 

El fin de fiesta corría a cargo de, Playback Maracas, Toro y Moi y los esperados Digitalisim con quien se cerraba una primera y magnifica primera jornada de festival. Nos retiramos para retomar fuerzas y encarar así lo que sería la segunda jornada.

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